Apoyo a primariaDesde Khuman consideramos fundamental esta etapa. Será la base de nuestra pirámide del conocimiento. En estos primeros cursos de escolarización obligatoria, los alumnos tienen que comenzar a desarrollar y manejar las herramientas con las que en el futuro lograrán alcanzar todas sus metas académicas y profesionales. Hay que anticiparse a las dificultades y trabajar de forma profesional antes de que aparezcan los primeros malos resultados académicos y las primeras frustraciones.

Es por esto que contamos con profesores muy especializados de asignaturas muy técnicas con un nivel muy alto, pero también con maestros en activo mucho más acostumbrados a trabajar de forma pluridisciplinar con alumnos en esta primera etapa educativa donde lo más importante no es qué se enseña sino cómo se enseña.

Las principales características del método Khuman en primaria son:

- Dotar al alumno de autonomía. Todos los alumnos deben de ser capaces de trabajar de forma autónoma e independiente. Bajo la atenta y cercana supervisión del profesor hemos de transmitir confianza para que sin depender todo el tiempo de un adulto, vayan progresando en sus aprendizajes.

- Construir estrategias de aprendizaje. Enseñarle a resumir los contenidos, esquematizar las ideas, dotarles de la nemotecnia necesaria, remarcar la importancia de un buen subrayado…

- Planificar el estudio y gestionar el tiempo para las tareas. En muchas ocasiones la falta de planificación general y la gestión de tareas en una sesión en particular hace que el tiempo que le dedican los niños al ámbito académico sea excesivo. Desde Khuman ayudamos a que nuestros alumnos puedan sacar el máximo provecho posible a sus sesiones de estudio disponiendo del resto del tiempo para el ocio y la vida familiar.

- Fomentar el trabajo en equipo. De forma complementaria y no opuesta al principio de autonomía, nuestros alumnos, deben aprender a gestionar las relaciones con sus iguales y colaborar y trabajar en equipo junto a sus compañeros en el aula.

- Afianzar hábitos de trabajo que serán fundamentales en etapas educativas posteriores. Uno de los motivos del fracaso en el cambio de primaria a secundaria es la falta de hábitos de estudio a diario. Cuando los contenidos crecen en cantidad y complejidad, los alumnos sin esos recursos sufren mucho y comienzan los problemas. Los alumnos deben aprender desde edades tempranas la importancia del trabajo continuo, constante y moderado.

- Mejorar el concepto de si mismo, la autoestima y la autoconfianza. En estas edades el aspecto afectivo es fundamental. No basta con la simple transmisión de conocimientos. Es muy importante apoyar a nuestros alumnos desde el punto de vista emocional y favorecer que su estado anímico sea siempre el óptimo para sacar el mayor rendimiento posible del proceso de enseñanza.

- Desarrollar la motivación e implicación en los estudios. En ocasiones, la evidente falta de madurez en estas edades hace que los niños no tengan clara la importancia de los estudios y hay que motivarles de forma especial para que también para ellos y no sólo para sus padres sea importante conseguir un buen rendimiento académico.

- Descubrir las inteligencias múltiples. Todos los alumnos tienen algún tipo de ventaja sobre el resto. Cada uno de nosotros tenemos algo particular y concreto que nos hace destacar. Es importante descubrir qué es aquello que hacemos mejor para a partir de ahí poderlo aplicar y que nos ayude a mejorar en aquello que se nos da menos bien.

- Mejorar las relaciones familiares. Con el máximo aprovechamiento de nuestras sesiones y con el trabajo continuo desde septiembre, nuestros alumnos disponen de mucho tiempo libre para disfrutar del resto de la tarde y los fines de semana. El deporte, la música, los juegos en el parque con los amigos y la tranquilidad de llegar a casa con la satisfacción del trabajo ya hecho pudiendo disfrutar con calma y tranquilidad de un ambiente familiar cálido y placentero cada día.

El sistema de trabajo en primaria en cuanto a horario y grupos flexibles es bastante exclusivo. Al ser una atención individualizada, los alumnos no están sujetos a días y horarios cerrados. El niño acudirá a clase un mínimo de dos días/semana y un máximo de cuatro días/semana en el horario que mejor le convenga a la familia y en función de la disponibilidad del centro educativo. Cada día que acude a clase tiene un rango de trabajo de entre una o dos horas dependiendo de las necesidades. De forma regular el niño necesitará una hora para acabar sus tareas, pero puede ser que en la víspera de un examen o para explicarle un concepto más complejo necesite más tiempo. Nuestras tarifas van en función del número de días que el alumno venga (dos, tres o cuatro días/semana) y no en función del tiempo que pase cada día en la academia. Los grupos son siempre muy reducidos con 4-5 alumnos como máximo.